Huertas Barrero, Francisco

18 diciembre 1847 - 3 diciembre 1933

Huertas Barrero, Francisco

Nació en Alcuéstar, Cáceres, el 18 de diciembre de 1847. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de San Carlos terminándola en 1871. Acabada la licenciatura ejerció como médico general en Garrovilla, Badajoz. En 1875 fue nombrado médico supernumerario de la Beneficencia Municipal de Madrid, obteniendo plaza de médico numerario en 1880. El grado de doctor obtenido en 1876 y su gran trabajo en le Beneficencia le llevó a ser muy reconocido, siendo nombrado Jefe de una de las salas de Medicina Interna en el Hospital General de Madrid, equivalente a Jefe de Servicio. Realizó multitud de viajes fuera de España, a veces como comisionado y otras por iniciativa propia, sobresaliendo entre otros por cuanto observó los realizados a Berlín, París y Londres. Mérito suyo y que queda para nuestra historia, es el haber sido el primer médico que introdujo en España la aspirina, justo en 1899 poco después de haber sido comunicado su descubrimiento. Tal aportación tuvo lugar como consecuencia de haber traído de Alemania varios tubos de aspirina y observar sus efectos en sus pacientes del Hospital Provincial, comunicando sus observaciones tanto en la Real Academia Nacional de Medicina como en la Sociedad Española de Higiene. En su haber queda también el haber introducido en España la reacción de Wasserman.

Entre sus aportaciones sobresalen además sus estudios sobre el paludismo en Extremadura, por encargo del Ministerio de la Gobernación, donde pudo asistir a muchos pacientes y publicar junto a Antonio Mendoza, Director del Laboratorio Histoquímico del Hospital Provincial San Juan de Dios y Jefe de la Sección de Bacteriología del Instituto Alfonso XIII, una importante publicación sobre la enfermedad y su manifestaciones. Su labor sanitaria, además de médica, fue muy considerada nombrándosele vocal del Real Consejo de Sanidad, consiguiendo entre otras cosas que se dotase de calefacción a los coches de tercera clase de los ferrocarriles españoles.

Destacó como un magnífico clínico por su capacidad exploratoria y en realizar diagnósticos poco comunes en la época. Eminentemente práctico, para él la historia clínica era el primer arma para luchar contra la enfermedad y la exploración, completa siempre y minuciosa, imprescindible para la atención médica. Destacó igualmente por sus conocimientos de la farmacopea y por sus recetas, las cuales fueron una referencia para los médicos de su tiempo. Fue además un magnífico docente, con grandes dotes para la explicación, acudiendo a sus clases en el Hospital Provincial de Madrid no sólo alumnos de medicina, sino muchos médicos ya titulados que querían ampliar conocimientos.

Fue muy reconocido en el mundo médico y social siendo médico de algunos miembros de la Familia Real y de políticos tan significados como Antonio Cánovas del Castillo, Práxedes Mateo Sagasta o Emilio Castelar y Ripoll.

Entre sus múltiples publicaciones caben destacar, Estudio acerca del paludismo y su profilaxis en la en la provincia de Cáceres (Barcelona, 1903) junto a Antonio Mendoza, La diabetes sacarina (Madrid, 1921), Conferencias sobre la pleurotomía (Madrid, 1885), La epidemia de viruela en el segundo semestre del año anterior observadas en las salas 30 y 31 (Madrid, 1886) e Influencia del artritismo y de las perturbaciones endocrinas en las enfermedades del corazón (1918).

Recibió un considerable número de distinciones, entre otras, la Encomienda de Isabel la Católica, la Gran Cruz de San Jorge de Gracia, la Encomienda de Carlos III, la Gran Cruz de Isabel la Católica, Caballero de la Legión de Honor de Francia, la Medalla de Oro de Cáceres y Médico Honorario de la Beneficencia Municipal de Madrid.

En 1904 ingresó como Académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso El artritismo y sus manifestaciones cardiovasculares. En 1923 fue nombrado Senador de Reino en representación de la Real Academia.

Falleció en Madrid el 3 de diciembre de 1933.

Discípulos

Entre otros, Luis Urrutia y Guerezta y Francisco Huertas García del Campillo.

Bibliografía

VALENTÍN MATILLA GÓMEZ. Huertas y Barrero. En: 202 Biografías Académicas. Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1987, 115-117.
JOSÉ ÁLVAREZ SIERRA. Triunfo clínico Doctor Huertas. Diario ABC, 23 de febrero de 1969, 9.

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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