Simonena Zabalegui, Antonio

13 junio 1861 - 16 diciembre 1941

Simonena Zabalegui, Antonio

Nació en Pamplona el día 13 de junio de 1861. Realizó la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Barcelona licenciándose con premio extraordinario. Durante sus estudios fue alumno interno en la Cátedra de Patología y Clínica Médica que regentaba Bartolomé Robert Yarzábal y en la de Paidopatía que regentaba Joan Rull i Xuriach. Premio extraordinario de licenciatura en 1886 obtuvo el grado de doctor con la tesis titulada Tratamiento quirúrgico de las estrecheces del esófago. En 1887 ganó por oposición una plaza en el Manicomio de San Baudilio de Llobregat. Posteriormente ejerció como médico rural durante dos años. Tras ganar por oposición la Cátedra de Patología Médica de la Universidad de Santiago, en 1900 opositó de nuevo, obteniéndola, a la Cátedra de Patología y Clínica Médica de la Facultad de Medicina de Valladolid. En 1906, nuevamente por oposición, ganó la Cátedra de la misma disciplina en la Facultad de Medicina de Madrid. En 1901 realizó un viaje de estudios por Francia y Alemania con estancias en Estrasburgo con Franz Hofmeister y Friedrich Wilhem Reklinhausen y en Berlín con August von Wasserman y Carl Gerhardt.

Frente al concepto de los seguidores de Claude Bernard y Ludolf Krehl de dedicar poco tiempo a la visita hospitalaria y mucho al laboratorio, se volcó en el enfermo consumiendo en él y los alumnos todas las horas del día. Fue un gran clínico y terapeuta siendo para él lo más importante hacer lo más rápidamente posible el diagnóstico e imponer la terapéutica adecuada. Fue un gran profesor volcado totalmente a la docencia. Organizó la Cátedra con una estructura  de influencia muy germánica, realmente modélica, incorporando en su época lo más moderno que había en Europa en docencia. Introdujo en ella un archivo de historias clínicas que cuidó de forma meticulosa exigiendo que éstas fueran completas y pormenorizadas. Para él la historia clínica era fundamental de la misma forma que la exploración debía ser reglada y completa. Su objetivo fundamental fue dar una buena enseñanza a sus alumnos y concretamente una enseñanza práctica exhaustiva que realizaba mañanas, tardes e incluso festivos. Con grandes inquietudes por mejorar continuamente el conocimiento preconizó ardientemente el conocimiento de idiomas en los médicos.

Algunas de sus aportaciones fueron: Contribución al estudio del valor diagnóstico de la reacción aldehídica de Erlich en la orina (1903), Nuevo método para examinar la permeabilidad de los conductos císticos y colédoco después de la colecistotomía (1910), Característica de la patología actual (1915), Medidas profilácticas y curativas de la gripe (1918), Observaciones sobre el concepto clínico de la gripe (1920), Aneurisma de la carótida primitiva derecha curada médicamente (1921), Observaciones sobre las escoliosis llamada habitual y sus modernos tratamientos (1921), Consideraciones acerca del estudio sobre los primeros resultados de nuestra experiencia metabolimétrica en las afecciones endocrinas (1922), Tromboangeítis (1924), Hemoglobinuria paroxística (1924) y Sueño letárgico curado por urotropoina (1925).

En 1923 inauguró el curso de la Universidad Central de Madrid con la conferencia Del orden en la Universidad.

Miembro correspondiente de la Sociedad Real de Medicina de Budapest. Fue Académico electo de la Real Academia de Medicina de Valladolid, miembro del Real Consejo de Sanidad y vocal de la Junta de Ampliación de Estudios. Fue Senador del Reino por Navarra.

En 1918 ingresó como Académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso Profilaxis de las enfermedades órigo-valvulares del corazón.

Falleció el día 16 de diciembre de 1941.

Discípulos

Entre otros, José María de Corral García.

Bibliografía

VALENTÍN MATILLA GÓMEZ. Simonena Zabalegui. En: 202 biografías académicas. Madrid, Real Academia Na- cional de Medicina, 1987, 166-168.
AMALIO GIMENO CABAÑAS. Contestación al discurso de ingreso de Excmo. Sr. D. Antonio Simonena y Zabalegui. Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1918.

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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