Aguilar y Rodríguez, Florestán

28 agosto 1872 - 28 noviembre 1934

Aguilar y Rodríguez, Florestán

Nació en La Habana el 28 de agosto de 1872. Pronto volvió a España donde comenzó la licenciatura de medicina en el Colegio de San Carlos de Madrid, acabándola en 1911 en Santiago de Compostela. Previamente había cursado los estudios de odontología en Filadelfia donde obtuvo el grado de doctor y el título de Cirujano Dental, realizando su tesis doctoral The Dental Uses of Nitrous Oxyde. En 1914 obtuvo en Madrid el título de doctor con la tesis Prótesis de los maxilares. A su regreso de Estados Unidos marchó a Cádiz, realizando frecuentes viajes a Madrid, donde acabó instalándose. Comenzó entonces con una actividad muy importante acudiendo a los Congresos de Chicago y Moscú, organizando la Sección de Odontología del IX Congreso de Higiene y Demografía. Dado su prestigio ascendente pudo influir para que se constituyera en Madrid una Escuela de Odontología en la Facultad de Medicina de Madrid lo cual tuvo lugar en 1900 y la creación en 1901 del título de Odontólogo.

En 1900 fue nombrado Profesor interino de Odontología en la Escuela, y en 1904 Catedrático de Odontología de  la Escuela de Odontología de la Facultad de Madrid. Su prestigio fue en aumento día a día siendo nombrado en 1914 odontólogo de la Casa Real. En 1925 fue designado oficialmente Director de la Escuela de Odontología.

La labor que desarrolló en el campo de la odontología fue trascendente. Fue un acérrimo defensor del odontologismo debido a su formación americana, aunque sin embargo existía en él la continua contradicción de a pesar de ello acudir a los congresos médicos en donde se reunían los estomatologistas, liderados por el doctor Bernardino Landete. Finalmente adoptó el modelo americano de carrera independiente aunque sin embargo y a pesar de la anterior hizo la carrera de medicina pues el ambiente no era el adecuado para defender tan activamente su modelo.

Un aspecto interesante fue su gran dedicación a la construcción de la Ciudad Universitaria, asesorando personalmente al Rey Alfonso XIII. Fue sin duda el alma de dicho proyecto, llegando a ostentar el puesto de Secretario de la Junta de Construcción, lo que le obligó a realizar innumerables viajes a Norteamérica y a países Europeos para conocer otras ciudades universitarias realizadas o que se estaban realizando en esos momentos. Por su labor en este cometido el Rey Alfonso XIII le concedió el título de Vizconde de Casa Aguilar.

Impulsó, sin duda, la Odontología de forma muy importante en España y a él se debe la creación de la Escuela de Odontología y el reconocimiento del Titulo Oficial. Sin embargo, fue tal el poder que llegó a acumular que acabó enfrentándose a muchos compañeros de la Federación de Odontólogos de España. Posteriormente con la llegada de la República fue desposeído de todos su cargos salvo el de Catedrático. A pesar de las críticas que sufrió en los últimos años de su vida, ha sido uno de los dentistas más importantes del mundo, siendo reconocido a nivel internacional hasta el punto que en 1931 se le concedió el Premio Miller, un equivalente al Nobel de la Odontología.

Realizó diversas publicaciones entre las que destacan Tratado teórico-práctico de coronas y puentes dentales (Madrid, 1900), El uso dental del óxido nitroso (1899), La caries dentaria (1909), Nervocidina y su uso dental (1910), Las restauraciones bucofaciales (1917), Prótesis quirúrgica de los maxilares (1917), Los microorganismos de la cavidad bucal y la Higiene (1914) y El porvenir de la Odontología (1909). Fundó y dirigió la Revista La Odontología (1892).

Fundó y fue Presidente de la Sociedad Odontológica Española y de la Federación Odontológica Española. Fue igualmente Presidente de varios congresos nacionales y asiduo asistente a los congresos internacionales. En 1922 trajo a Madrid el Congreso de la Federación Dental Internacional. Enfrentado a algunos compañeros abandonó la Sociedad Odontológica Española creando otra denominada Asociación Española de Odontología. En 1926 fue nombrado Presidente de la Federación Dental Internacional.

Ingresó en 1933, como Académico de número, en la Real Academia Nacional de Medicina en 1933 con un discurso titulado Origen castellano del prognatismo en las dinastías que reinaron en Europa.

Falleció en Madrid el 28 de noviembre de 1934.

Discípulos

Entre otros, Pedro García Gras, Enrique Márquez y Gerardo Zabala Rubio.

Bibliografía

LA ODONTOLOGÍA. Número Extraordinario “in memoriam de Florestán Aguilar”. La Odontología, 44, 423 (1935).
JULIO GONZÁLEZ IGLESIAS. Historia de la Odontología Española. Madrid, Ediciones Avances, 1994, 478-483.

Autor: Manuel Díaz-Rubio

Algunas imágenes en el Banco de Imágenes de la Medicina Española