Baltar Cortés, Ángel


14 marzo 1868 - 20 mayo 1934

Baltar Cortés, Ángel

Nació en Padrón, Coruña, el 14 de marzo de 1868. Hijo del primer licenciado en farmacia en la Facultad de Santiago, se decidió por su recomendación a estudiar medicina, lo cual hizo en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela, licenciándose en 1893. Fue discípulo distinguido de Ramón Varela de la Iglesia, de Timoteo Sánchez Freire y Maximino Teijeiro. Acabados sus estudios trabajó como Medico Interno en el Gran Hospital Provincial de Santiago junto al Catedrático de Patología Quirúrgica Timoteo Sánchez Freire, a la vez que accede a una plaza en Rois, Coruña, de médico rural, costumbre muy al uso en aquella época.

En 1908 fundó con Manuel Varela Radío el que se denominó Sanatorio Baltar-Varela, y al año siguiente muy influido por Varela y su admiración por la medicina alemana se trasladó allí para ampliar estudios. Lo hizo a Berlín donde permaneció varios meses junto al cirujano August Karl Gustav Bier el cual en 1898 había logrado realizar la primera anestesia lumbar. A su vuelta continuó trabajando en su clínica, siempre innovando, y adecuándola a cuantas novedades, que eras muchas, se estaban produciendo en la medicina en esos años. En 1915 creó un laboratorio de análisis clínicos e histología, colocando al frente a Joao Gil Varela que se había formado en Heidelberg, que fue sin duda el más preparado en Santiago de Compostela. Junto a ello incorporó nuevos aparatos necesarios para asistir a los pacientes, incluidos por supuestos los nuevos rayos X y la radioterapia.

En 1923 fue nombrado Director Médico del Gran Hospital de Santiago, cargo en el que se mantuvo entre 1923 y 1926, desempeñando además el cargo de cirujano, y a donde dedicaría toda su vida.

Fue un médico y cirujano completo al uso de su tiempo. Su formación en cirugía le llevó a acometer todo tipo de intervenciones debido a su alta preparación, y por otra parte a la ausencia de otros especialistas que acometieran determinadas operaciones. Su capacidad, pues, le llevó a ser cirujano de varias especialidades. Con un gran sentido práctico, una muy buena técnica y una enorme dedicación a sus pacientes consiguió en poco tiempo un gran prestigio en Santiago, Galicia y España. Sobresalió como el otorrinolaringólogo más importante en Galicia, introduciendo y realizando con éxitos laringuectomías en un solo tiempo, compleja intervención por aquellos años. Lo había aprendido con Bier en Berlín y sus resultados fueron muy buenos. Recogió sus recomendaciones de realizarlas además con anestesia local. El número de estas intervenciones que hizo queda como una de las más numerosas de la España de entonces. Además montó y realizó exploraciones diagnósticas no frecuentes en esos años en España como la esofagoscopia y la broncoscopia. Como cirujano general que fue, quedan en el recuerdo sus intervenciones sobre el tórax y las del aparato digestivo, concretamente sobre la patología biliar. En realidad a pesar de ser un cirujano general completo su auténtica vocación era la cirugía digestiva, a pesar que su dedicación a la generalidad de la cirugía le hizo destacar también como oftalmólogo.

Sobresalió además por realizar otras intervenciones que otros cirujanos no hacían, como la prostatectomía o la extracción de la glándula pituitaria. Diseñó además numerosos aparatos y artilugios para facilitar sus intervenciones y exploraciones. Entre ellos destacan un aparato para extraer objetos extraños del esófago, una pinza el globo ocular, o un costótomo diseñado para la cirugía torácica. Desgraciadamente no prestó demasiada atención a las publicaciones científicas sobre sus casos y resultados, siendo muy escasas las que escribió.

Fue miembro del Consejo Científico de la Revista Medica Galega a la vez que trabajó denodadamente para mantener viva la Revista General de Medicina y Cirugía. En 1929 con motivo de serle concedida la Cruz de la Beneficencia creó la Fundación Baltar dedicada a becar licenciados en medicina para completar sus estudios en cirugía. El Ayuntamiento de Padrón en agosto de 1947 concedió su nombre a una de sus plazas, hoy Plaza de Baltar.

Falleció en Santiago de Compostela el 20 de mayo de 1934.

Bibliografía

JOAQUÍN DÍAZ DOMINGUEZ. Ángel Baltar Cortés. En: Historia de la Cirugía Biliar en España. Madrid, Grupo Gráfico GSF, 2005, 690-692.
ETELVINO PEREIRA SEISDEDOS. Biografía del cirujano Dr. D. Ángel Baltar Cortés. Trabajos de la Cátedra de Historia Crítica de la Medicina, IV, 167-169 (1934-1935).

Autor: Manuel Díaz-Rubio