Costero Tudanca, Isaac


9 diciembre 1903 - 7 marzo 1979

Costero Tudanca, Isaac

Nació en Burgos el 9 de diciembre de 1903. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Zaragoza, obteniendo matricula de honor en todas las asignaturas. Acabada ésta comenzó a trabajar de forma estable, aunque ya lo había hecho como interno desde el tercer año de la carrera, en el Laboratorio de Histopatología que dirigía Pío del Río Hortega, y a quien siempre consideró su maestro. Allí aprendió las técnicas de impregnación argéntica y la del carbonato de plata amoniacal. En 1929 obtuvo el grado de doctor con la tesis Observaciones histológicas sobre el tejido conjuntivo de la placenta humana. En 1930 fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para trabajar en Frankfurt en el Instituto Erlich, con Wilhem Kolle, en técnicas de cultivo de tejidos. A su vuelta se instaló de nuevo en el laboratorio de Río Hortega y en 1932 marchó Berlín al Instituto de Biología con Albert Fisher. Durante esta estancia vivió de cerca las enseñanzas anatómicas y necrópsicas que tan fundamentales serían en su formación, de la mano de Clement Benda, Ludwing Aschoff, Robert Rössle, y Herwing Hamperl en los Hospitales de la Charité y el Moabit. En 1931 obtuvo, por oposición, la Cátedra de Histología, Técnica Micrográfica y Anatomía Patológica la Facultad de Medicina de Valladolid en la que estuvo hasta 1936, y donde montó un prestigioso laboratorio con la ayuda de José Castillejo y Fernando de los Ríos.

En 1937, tras trabajar unos meses en París con Henri Berdete en el Hospital de la Pitie, se exilió en México donde vivió el resto de su vida. Durante más de treinta años fue Jefe del Departamento de Anatomía Patológica en el Instituto de Cardiología de México que dirigía Ignacio Chávez, y aunque dedicó especial atención a los problemas cardiovasculares nunca dejó de trabajar en el sistema nervioso. Tras jubilarse en 1977 trabajó en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México en la Unidad de Investigaciones Cerebrales de la que era responsable su discípula Rosario Barroso-Moguel.

Fue un defensor absoluto de la impregnación argéntica y del trabajo manual minucioso y personal en la realización de las preparaciones para el estudio e investigación en histología y anatomía patológica del sistema nervioso. Sobresalió en el difícil campo del cultivo de tejidos y en concreto en el cultivo in vitro de la microglía, realizando la primera película en el mundo sobre el comportamiento de ésta en el cerebro humano. Éstos trabajos tuvieron una honda repercusión en el mundo científico y fueron presentados por Río Hortega en diversos congresos internacionales.

Realizó además importantes contribuciones en relación al aparato cardiovascular, sobre las alteraciones cerebrales en la fiebre reumática (encefalopatía reumática), la evolución anatómica del infarto de miocardio y el efecto de la cortisona sobre el aparato cardiovascular. Demostró también que la piel es una de las zonas eliminadoras de sustancias vasopresoras y que las anastomosis glómicas de su sistema argentafínico son las responsables de la regulación de su tempertatura a la vez que determinarían la cantidad de sangre que circula con velocidad variable por los glomus y capilares.

Entre sus libros destacan Tratado de Anatomía Patológica (México, 1946), Crónica de una vocación científica (México, 1977) y el que apareció una vez fallecido Biología de los tumores (México, 1979). Otras publicaciones fueron: Estudio del comportamiento de la microgía in vitro (1930), Contribución al conocimiento de la histogénesis y la histofisiología de la hipófisis y de los tumores hipofisarios (1938), El sistema fibroblástico (1958), Encefalopatía reumática (1958), Iniciación de la arteriosclerosis coronaria (1960), Argentaffin Cells in the Carotid Boy-Tumor (1962), El sistema argentafín (1964), Neurons and Neuronoid Cells in Carotid Body Tumor (1975). Tradujo del alemán el libro de Ladislaus Szymonowicz y Rudolf Krause Tratado de histología y anatomía microscópica con especial consideración del cuerpo humano.

En 1962 fue distinguido por la United States and Canadian Academy of Pathology, con la conferencia inaugural. Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de México en 1968 fue nombrado su Presidente. Premio Nacional de Ciencias otorgado por la Presidencia mexicana (1972). Doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de México (1979), Presidente vitalicio de la Sociedad Latino-Americana de Patología y Premio Mandi-Abbot de la Academia Internacional de Washington (1962).

Falleció en Ciudad de México el 7 de marzo de 1979.

Discípulos

Entre otros, Vicente Jabonero, Francisco Suárez López, Rosario Barroso-Moguel, Ruy Pérez Tamayo, Sadi de Buen, Hector A.Rodríguez y Patricia Alonso.

Bibliografía

AUGUSTO FERNÁNDEZ GUADIOLA. Isaac Costero Tudanca. En: Las neurociencias en el exilio español en México. México D.F., La Ciencia para Todos, 1997, 76-101.
CARLOS LÓPEZ DE LETONA. Vida del profesor Costero Tudanca. Valladolid, Servicio de Publicaciones, Universidad de Valladolid, 1995.

Autor: Manuel Díaz-Rubio