Ferrán i Clúa, Jaume

2 febrero 1852 - 29 noviembre 1929

Ferrán i Clúa, Jaume

Nació en Corbera de Ebro (Tarragona) el 2 de febrero de 1852. Tras los estudios iniciales en Tortosa y luego el bachillerato en el Instituto General y Técnico de Tarragona, estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Barcelona finalizándola en 1873. Una vez acabada ésta se instaló en Tortosa donde ejerció durante un tiempo como médico oculista. En esa época cultivó otras aficiones como la fotografía o la electrotecnia. Se licenció también en Ciencias Naturales.

Impresionado por los descubrimientos de Robert Koch y Louis Pasteur comenzó a interesarse vivamente por la bacteriología tratando de repetir y confirmar sus descubrimientos. Para ello montó un pequeño y modesto laboratorio en Tortosa que le permitió profundizar en estas ideas. Su interés fue tan grande en esta materia que solicitó, consiguiéndolo, formar parte de la misión del Ayuntamiento de Barcelona a Marsella para estudiar la importante epidemia de cólera que amenazaba en esos momentos a esa ciudad. Antes en 1884 había conseguido que la Real Academia de Medicina le premiara su trabajo sobre Memoria sobre el parasitismo bacteriano.

Con el conocimiento profundo que tenía de la enfermedad y convencido de su etiología bacteriana, cultivó el agente en su laboratorio, y utilizando cultivos puros, debidamente atenuados, elaboró la primera vacuna anticolérica aplicada al hombre. Al estallar la conocida epidemia de esos años se trasladó a Valencia, donde procedió a la vacunación masiva de la población de Alcira en 1885. Se desató un gran escándalo debido a que una comisión francesa formada por Joaquín Albarran, Paul Brouardel y A. Charrin informaran negativamente sobre dicha vacuna. Aunque el éxito había sido absoluto, ante este informe el Gobierno prohibió la continuación de la vacunación. Sin embargo, diversos científicos y otras comisiones científicas acudieron a observar sus hallazgos, quien por fin ve como se le acaba dando el visto bueno.

Posteriormente se trasladó a Barcelona para dirigir el Instituto Municipal de Higiene, del cual sería destituido injustamente años más tarde, donde profundizó en sus estudios y los extendió a otras enfermedades infecciosas, tales como la tuberculosis, la rabia, la difteria y el tifus abdominal. Trabajando con el virus de la rabia descubrió el método de vacuna supraintensiva. Hizo contribuciones con respecto a la seroterapia antidiftérica, el tétanos y la peste. En cuanto a la tuberculosis preparó su vacuna anti-alfa, la más antigua de las existentes. Desarrolló la teoría que el bacilo de Koch procedía de una mutación de algunas bacterias saprofíticas humanas a las que llamó alfa. Su vacuna anti-alfa era una combinación de bacterias alfa y epsilon, las dos no ácido-resistente. En 1919 realizó, también en Alcira, una campaña de vacunación contra la tuberculosis con la vacuna anti-alfa, realizándose 14.000 inoculaciones sin aparecer ningún accidente.

Entre sus publicaciones destacan Investigación sobre la tuberculosis y su bacilo (1907), Nueva bacteriología de la tuberculosis (1913), L’inoculation préventive contre le choléra morbo asiatique (1893), Investigaciones sobre la sueroterapia en la tuberculosis (1897), Inmunización contra la rabia con mi método supraintensivo (1918), La entidad etiológica de la gripe y la vacuna contra esta enfermedad (1919), La tuberculosis, su profilaxis y su terapéutica (1919), Les mutations de bacile de Koch dans ses rapport avec la theorie de Mendel (1928) y Estudios sobre la rabia y su profilaxis (Barcelona, 1889).

Su nombre alcanzó proyección internacional. Fue un científico importante que con escasos medios logró aportaciones muy llamativas. Fue incomprendido y recibió importantes ataques que no mermaron su voluntad de seguir estudiando estos temas. Si hubiera tenido más medios y se hubiera centrado no en tantos problemas, la obra de Ferrán habría sido si cabe más importante aún. Su concepto de la gran Higiene dio paso a lo que hoy conocemos como Medicina Preventiva. El Instituto donde él trabajó se denominó posteriormente con su nombre como homenaje a su persona.

Falleció en Barcelona el 29 de noviembre de 1929.

Discípulos

Entre otros, Inocent Paulí i Galceran y Lluís Comenge i Ferrer.

Bibliografía

MARIO JESÚS BERTRÁN. Ferrán. La vida de un sabio útil. Barcelona, Editorial Ribó, 1917.
JOSÉ ALVÁREZ SIERRA. El Doctor Ferrán. Madrid, Editora Nacional, 1944.

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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