Grande Covián, Francisco

28 junio 1909 - 28 junio 1995

Grande Covián, Francisco

Nació en Colunga (Asturias) el 28 de junio de 1909. Cursó los estudios en la Facultad de Medicina de Madrid. En 1929 se trasladó a Friburgo trabajando con Paul Hoffmann, donde realizó su tesis doctoral sobre Interferencia de reflejos espinales que leyó en Madrid en 1931. De 1932 a 1935 fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios trabajando en Copenhague con Schack August Steenberg Krogh y con Torsten Thunberg en Lund. Posteriormente se desplazó a Londres donde trabajó con Lovatt Evans en el Department of Physiology del University College. Allí llevó a cabo uno de sus más importantes trabajos a lo largo de su vida: un estudio experimental sobre perfusión del corazón del perro, ideando un sistema de perfusión en el que sustituía el pulmón por un oxigenador. Con ello midió el consumo de oxígeno, glucosa y lactato en perros normales y diabéticos, en condiciones normales y bajo los efectos de la insulina y epinefrina, demostrando que la oxidación del lactato es una parte importante de la energía del corazón.

A su vuelta a Madrid regentó la Cátedra de Fisiología de San Carlos. En 1950 obtuvo la Cátedra de Fisiología y Bioquímica de la Facultad de Medicina de Zaragoza compaginando este destino con sus trabajos en el Instituto Carlos Jiménez Díaz. En 1953 se incorporó al laboratorio de Higiene Fisiológica de la Universidad de Minnesota y al Centro de Investigaciones del Monte Sinaí en Minneapolis donde permaneció hasta su jubilación en 1974. Tras ésta volvió a Zaragoza donde fue nombrado Catedrático Extraordinario de Bioquímica en la Facultad de Ciencias y en 1978 Director del Instituto de Nutrición Juan Carlos I, que se creó promovido por la Fundación Uta.

Durante la guerra civil española, y a instancias Juan Negrín trabajó sobre las carencias nutritivas estudiando especialmente la pelagra y los efectos del ácido nicotínico sobre ella. Sin embargo sus aportaciones que más han destacado se desarrollan durante su periodo en Estados Unidos. Entre ellas sobresalen sus estudios en soldados sobre los efectos de la restricción calórica en la capacidad física. Pudo comprobar como una parte importante del peso perdido se debía a la pérdida de agua corporal. Este estudio cambió el concepto de que era la pérdida grasa la responsable de la disminución del peso cuando en realidad se debía a la pérdida de agua.

Otras aportaciones suyas están relacionadas con el efecto de la grasa de la dieta sobre el colesterol. En este sentido elaboró un conjunto de ecuaciones para conocer con exactitud los cambios del nivel de colesterol sabiendo la composición grasa de la dieta. Sus trabajos sobre el consumo de grasas en la dieta fueron muy importantes, y desarrolló el concepto de dieta mediterránea de la cual fue un gran defensor. Otros trabajos suyos demostraron que es la hormona glucagón la que controla la movilización de los ácidos grasos en las aves pero no en el hombre.

Algunas de sus múltiples publicaciones son, Avitaminosis y sistema nervioso (Madrid, 1941), Los trastornos carenciales observados en Madrid durante la guerra (1940),La alimentación en Madrid durante la guerra (1939), Las vitaminas (Madrid, 1942), Nutrition and Energy Balance in Body Composition Studies (1961), Man under caloric deficiency (1964), Energety considerations in weight reduction diets (1968), Dieta y arterioesclerosis (1979), Energetic and weight reduction (1968), Comparación de los efectos de los ácido palmítico y esteárico de la dieta sobre el colesterol en el hombre (1970), Factores nutricionales en la obesidad, diabetes y arteriosclerosis (1979), Lípidos-lipoproteinas sericas: estudio controlado en Europa (1984), Prevención pediátrica de la arteriosclerosis (1988) y El aclaramiento de creatinina en el hombre (1992).

Recibió un considerable número de distinciones u honores. En 1994 fue nombrado Académico de Honor de la Real Academia Nacional de Medicina ingresando con el discurso Agua corporal y balance de energía en el hombre.

Falleció en Madrid el 28 de junio de 1995.

Discípulos

Entre otros, Miguel Pocoví, Rafael Carmena y Manuel Oya Otero.

Bibliografía

PEDRO LAÍN ENTRALGO. “Laudatio” de Francisco Grande Covián. Anales de la Real Academia Nacional de Medicina, 111, 131-136 (1994).
MARINO GÓMEZ SANTOS. Francisco Grande Covián. En: 5 grandes de la Ciencia Española. Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1968, 131-156.

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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