Sánchez de Sousa, Francisco


1550 - 23 noviembre 1623

Sánchez de Sousa, Francisco

Nació en la ciudad gallega de Tui en 1550. Al formar parte de una familia judeoconversa tuvo que mudar su residencia a Francia, asentándose inicialmente en Burdeos. Posteriormente se trasladó a Roma para estudiar Filosofía y es también en “la ciudad eterna” donde realiza sus primeros estudios de Medicina asistiendo, entre otras, a las clases impartidas por el anatomista Bartolomeo Eustaquio. Además, es en la Universidad de La Sapienza donde comienza a practicar la cirugía. Seis años después se va a estudiar a Montpellier, en poco tiempo se gradúa en Medicina y posteriormente obtiene el doctorado.

Logra una cátedra interina, pero en la oposición no consigue la silla en pro­piedad. Esto hace que se traslade a Toulouse donde ejerce la cirugía en el Hospital de Saint Jacques, un centro sanitario que atendía a los peregrinos del Camino de Santiago más meridional, la ruta de Arlés. En 1585 lo nombran profesor en la prestigiosa Facultad de Medicina de dicha ciudad, en la que también había estudiado Miguel Servet y ejercido la docencia Giordano Bruno, y obtiene la ansiada cátedra en 1590. Todos estos cargos los desempeña hasta el día de su muerte.

Su obra cumbre, la que le dio fama, por la que ha pasado a la poste­ridad y por la que ha recibido el sobrenombre de “escéptico” es, sin ningún género de dudas, el ensayo filosófico publicado en 1581, titu­lado De multum nobili et prima universali scentia. Quod nihil scitur (Del más noble y universal primer saber. Que nada se sabe). A través de ella, el médico tudense pretende analizar, contemplar la realidad en sí misma, con­seguir un conocimiento de la naturaleza de las cosas personal y directo frente al aristotelismo y al argumento de autoridad.

Desde el punto de vista médico, el doctor Sánchez ataca de forma contundente el charlatanismo y las pseudociencias, es un precursor del método científico. Propugna un examen directo de las cosas que someta los datos de la experiencia al análisis y al juicio crítico. Se dirige, por tanto, a aquellos que no están sesgados por el criterio de autoridad; así, rechaza el dogmatismo insistiendo en que la guía debe venir a través de los sentidos y la razón, teniendo un criterio propio. La importancia de este tipo de acercamiento hace que se le considere un antecesor de David Hume y, sobre todo, un claro precursor de René Descartes.

Su primera publicación fue Carmen de Cometa en 1578. Se trataba de un poema filosófico, pero con una indudable importancia desde el punto de vista sanitario. A través de esta obra, Sánchez des­acredita el carácter científico de las predicciones astrológicas ya que muchas de ellas hacían referencia a anunciar cuestiones relacionadas con la profesión médica, como por ejemplo epidemias o muertes de personas egregias. Para nuestro tudense, en definitiva, las creencias astrológicas son meras supersticiones, sin ningún fundamento.

Sus obras médicas están recogidas en un conglome­rado muy heterogéneo, publicado de forma póstuma por dos de sus hijos con el título genérico de Ópera Médica. Consiste en una recopila­ción de textos filosóficos y una colección de diversos escritos médicos que incluye apuntes, monografías, conferencias, discursos e incluso notas para impartir la docencia. Los tratados médicos son un total de 18, todos de corta extensión, con múltiples ilustraciones anatómicas realizadas por el propio autor. Versan sobre semiología, procesos morbosos, tóxicos, farmacopea, también incluye comentarios a la obra de antiguos médicos, en par­ticular a Galeno, así como Summa Anatómica y una recopilación de casos clínicos de pacientes -Observationis in praxi- atendidos por el propio autor. La obra titulada De longitudine et brevitate vitae se puede decir que es una auténtica revisión sobre la biología del envejecimiento.

Sánchez es un claro representante de la corriente del humanismo médico, donde filosofía y ciencia conformaban un entramado unitario pues se concebía a la filosofía como una preparación previa necesaria para el estudio de la medicina. La ocupación de toda su vida estuvo dedicada, en partes iguales, a ambas disciplinas hasta tal punto que siempre es clara en su obra filosófica la orientación médica de sus in­dagaciones, como también lo es el trasfondo empírico y filosófico que casi siempre subyace en sus obras médicas. Fue tal la repercusión de sus escritos que algunos autores como Gottfried Leibniz, Wilhem Wildelband o Ludwig Gerkrath consideraron que nuestro egregio paisano hizo suficientes méritos como para formar parte de los grandes protagonistas de la historia de la filosofía.

Falleció el 23 de noviembre de 1623.

Bibliografía

ÁLVAREZ BLÁZQUEZ D. La vida y la obra del célebre médico gallego Francisco Sánchez “El Es­céptico”, profesor en Toulouse (1.550-1.623) [Tesis doctoral]. Universidad de Santiago de Compostela; 1960.
BUGARÍN GONZÁLEZ R. Francisco Sánchez, filósofo y médico gallego, precursor de la Medicina Basada en la Evidencia. Galicia Clin 2023; 84-4: 19-23.

Autor: Rosendo Bugarín González