Verdes Montenegro, José

5 septiembre 1866 - 29 abril 1942

Verdes Montenegro, José

Nació en Valencia el 5 de septiembre de 1866. Cursó la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Madrid. Recién acabada la licenciatura fue Profesor Auxiliar interino del Laboratorio Central de Medicina Legal siendo su Director Nicasio Mariscal y García de Rello y realizando el doctorado. En 1898 obtuvo el título de doctor con la tesis titulada Examen médico-legal de las manchas de sangre. Realizó su formación médica en la Beneficencia General en el Hospital de la Princesa junto a Juan Manuel Mariani y Larrión, y posteriormente en el Hospital General con Juan Madinaveitia Ortiz de Zárate. Tras formarse en medicina interna se inclinó por la tisiología siendo responsable de una de las consultas del Instituto Rubio. Posteriormente participó activamente en la creación de algunos dispensarios antituberculosos, trabajando desde 1901 en la denominada Policlínica Cervera, dispensario de carácter privado, que en 1908 sería denominado oficialmente Dispensario María Cristina. Posteriormente fue nombrado Jefe Médico del Sanatorio de Húmera y en 1919 fue designado Director de la Escuela de Tisiología sita en el Dispensario Victoria Eugenia de Madrid. En 1933 fue nombrado Director General de Sanidad, aunque su permanencia en el cargo solo duró varias semanas debido a un cambio ministerial.

Aunque otros muchos médicos españoles habían mostrado su interés por la tuberculosis, incluso fueron los iniciadores de la lucha antituberculosa, lo hicieron desde una formación general que nunca abandonaron. Verdes Montenegro por el contrario se dedicó por completo y únicamente a todo lo relacionado con la tuberculosis por lo que es considerado actualmente como posiblemente el primer tisiólogo puro de España. Fue representante oficial español en el Congreso de Londres sobre Tuberculosis donde Robert Koch presentó su famosa comunicación sobre la cura tuberculínica. A partir de este momento se convirtió en un defensor absoluto de la tuberculinoterapia como la forma terapéutica más adecuada, y llegando a tener publicada una experiencia que ha sido establecida como posiblemente la mayor del mundo en su momento.

Su trabajo en el campo de la tuberculosis abarcó a todos sus aspectos, prestando especial dedicación, además de al tratamiento, a todo lo relativo a la prevención de la enfermedad. En este sentido llamó la atención a la población y al mundo científico de la importancia de unas condiciones de vida higiénico-dietéticas correctas así como a la limpieza del hogar. Desde las múltiples responsabilidades que a lo largo de su vida asumió, no se cansó de repetir y demandar constantemente la necesidad de casa sana, agua abundante y baratura de las subsistencias, elementos para él indispensables para poder cumplir con los objetivos de una prevención adecuada de la enfermedad.

Fue también un muy buen educador en el campo de la tuberculosis editando folletos divulgativos para concienciar a la población de lo mucho que se podía hacer para prevenir la enfermedad. En este sentido ha sido considerado por algunos como el primer periodista o comunicador médico. Entre estos folletos destaca el titulado ¿Quiere usted tener sano el aparato respiratorio?: lo que para ello debe hacerse y también su Cartilla contra la tuberculosis. Sus notas continuas sobre normas, reglas, consejos u observaciones médicas fueron recogidas por los medios de comunicación social, reconociéndosele una gran labor en este campo divulgativo orientado a la prevención de la tuberculosis. En este sentido fue un entusiasta defensor de la difusión de las campañas antituberculosas y de la denominada Fiesta de la Flor, día señalado para recolectar fondos para la realización de nuevos dispensarios.

Entre sus muchas publicaciones, cabe destacar, La lucha contra la tuberculosis (Madrid, 1902), Contribución al estudio de la tuberculosis (Madrid, 1905), Tratamiento de la tuberculosis por los productos bacilares (Madrid, 1907), Tratamiento de la tuberculosis con tuberculina (Madrid, 1909), Estado actual del tratamiento de la tuberculosis pulmonar (Madrid, 1916), La tuberculosis pulmonar y sus tratamientos: lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer con un tuberculoso (Madrid, 1921) y Diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis en el niño y en el adulto (Madrid, 1928). Igualmente de resaltar es su capítulo sobre La tuberculosis y su tratamiento en el libro de Gregorio Marañón y Teófilo Hernando Manual de Medicina Interna (Madrid, 1916-1920).

En 1935 ingresó como Académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso ¿Es buena o mala nuestra organización contra la tuberculosis?

Falleció en Madrid el 29 de abril de 1942.

Bibliografía

VALENTÍN MATILLA GÓMEZ. Verdes Montenegro. En: 202 Biografías Académicas. Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1987, 220-222.
ANTONIO Mª COSPEDAL, SANTIAGO CARRO, NICASIO MARISCAL y VICENTE GIMENO. Solemne Sesión Necrológica en memoria del Excmo. Sr. D. José Verdes Montenegro. Anales de la Real Academia Nacional de Medicina, 59, 227-241 (1942).

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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