Calandre Ibáñez, Luis

26 marzo 1890 - 29 septiembre 1961

Calandre Ibáñez, Luis

Nació en Cartagena (Murcia) el 26 de marzo de 1890. Realizó la carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de Madrid. Muy pronto comenzó a trabajar con Nicolás Achúcarro Lund en el laboratorio y con Juan Madinaveitia Ortíz de Zárate en la clínica. En 1912 fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para trabajar en Berlín en el Hospital Moabit con Clement Benda sobre histología del corazón y posteriormente en el Hospital de la Charité, Georg Nicolai sobre cardiología en general y registros gráficos en particular. A su vuelta le renuevan la pensión pero su destino es la responsabilidad de dirigir a partir del curso 1913-1914 el Laboratorio de Histología de la Residencia de Estudiantes, cargo que ostentaría hasta 1932. En 1914 leyó su tesis doctoral titulada Significación clínica de las arritmias que fue publicada en 1921. En 1924 obtuvo plaza de médico en el Hospital de San José y Santa Adela de la Cruz Roja, y en 1925 la de profesor agregado de la Cátedra de Patología General para explicar semiología cardiológica. En 1925 fue nombrado médico especialista consultor de Enfermedades del Corazón del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, —en 1927 fue nombrado médico de número—, del que años después, sería nombrado Jefe del Servicio de Cardiología y en 1932 subdirector del Hospital de San José y Santa Adela, así como Jefe de Estudios.

Siempre compaginó la labor docente e investigadora en el Laboratorio de Histología de la Residencia de Estudiante con su asistencia al Servicio de Medicina de Juan Mandinaveitia Ortiz de Zárate en el Hospital Provincial de Madrid. Sobresalen en su obra dos facetas claramente diferenciadas aunque incardinadas en cuanto a la cardiología: como histólogo y como clínico. Como histólogo destacó enseñando las técnicas de tinción con los métodos de Ramón y Cajal y Achúcarro y las microfotográficas. Su aportación con éstas técnicas al mejor conocimiento del tejido muscular del hombre fueron importantes. Como cardiólogo fue realmente no sólo un gran clínico que destacaba por su depurada técnica de auscultación, sino también un innovador. En 1930 diagnosticó por los tonos cardiacos y por radiotelefonía a varios pacientes ubicados en Buenos Aires. Introdujo en España el primer electrocardiógrafo e inventó un cardiofrecuenciógrafo para el estudio del pulso arterial así como describió un nuevo método para la fabricación de cuerdas para el electrocardiógrafo. Sus trabajos sobre pulsos venosos y electrocardiografía fueron muy reconocidos. Su actividad clínica, docente e investigadora fue de gran magnitud demostrando una enorme capacidad de trabajo e innovación. Los cursos que organizó, algunos en colaboración con Antonio Mut Mandilego, sobre cardiología y electrocardiografía fueron realmente espectaculares con una asistencia inusual. Su prestigio fue enorme y gozó del reconocimiento tanto de la sociedad científica como civil. En 1920 junto a Gustavo Pittaluga Fattorini fundó los Archivos de Cardiología y Hematología, primera revista en España de la especialidad.

Entre sus libros destacan Anatomía y Fisiología Clínicas del Corazón (Madrid, 1920), Trastornos del ritmo cardiaco (Madrid, 1925), Electrocardiografía (Barcelona, 1945), Tratamiento de las enfermedades del corazón (Madrid, 1942) y Electrocardiografía práctica (Madrid, 1955). Artículos en revistas dignos de mención son: Observaciones histológicas en el tejido conectivo de corazón y del hígado (1912), El método del tanino y la plata amoniacal aplicado al estudio del tejido muscular cardiaco del hombre y del carnero (1913), Sobre la fina estructura del miocardio estudiada con el método de Río-Hortega (1919), La electrocardiografía en el diagnóstico clínico (1920), Consideraciones sobre la taquicardia paroxística (1922), Enfermos del corazón reales e imaginarios (1934) y Extrasístoles ventriculares sin pausa compensadora (1937).

En 1919 fue nombrado Académico correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina y en 1925 obtuvo el Premio Iglesias y Díaz que otorgaba dicha corporación. Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. Fue Vocal del Consejo Nacional de Sanidad y Miembro de Honor del II Congreso Interamericano de Cardiología celebrado en México.

Falleció en Madrid el 29 de septiembre de 1961.

Discípulos

Entre otros, Luis Calandre Díaz, Luis Pescador del Hoyo, Francisco Duclós Pérez, Bernabé Rico, Leopoldo Fabra Jiménez.

Bibliografía

JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO, ALFREDO RODRÍGUEZ QUIROGA y ANDRÉS MARTÍNEZ-ALMAGRO. Luis Calandre. En: Clásicos Morfológicos Murcianos. Murcia, Morphos Ediciones, 2000, 113-137.
ANÓNIMO. Luis Calandre Ibáñez. Madrid, C. Bermejo, Impresor, 1962.

Autor: Manuel Díaz-Rubio