Llopis Lloret, Bartolomé


29 abril 1905 - 20 abril 1966

Llopis Lloret, Bartolomé

Nació en Villajoyosa (Alicante) el 29 de abril de 1905. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Madrid. Muy interesado desde el comienzo de la licenciatura por la psicología y psiquiatría, a partir del tercer curso comenzó a asistir a la Clínica Psiquiátrica en el Hospital Provincial de Madrid con José Sanchís Banús, a la vez que asistía al Servicio Psiquiátrico de Mujeres que regentaba Gonzalo Rodríguez Lafora. Ellos, junto a José Miguel Sacristán Gutiérrez fueron sus maestros y a los que siempre reconoció como tales. Acabó la carrera a los 26 años, (compaginó sus estudios con el trabajo como oficial de Telégrafos), lo que unido a la inestabilidad política le privó de ingresar en puestos hospitalarios por oposición como era su deseo. Durante la guerra civil dirigió, como capitán médico, los servicios psiquiátricos del Hospital Provincial que habían sido trasladados a la Finca de la Infanta Paz en la provincia de Cuenca.

Represaliado tras la guerra civil, sobrevivió trabajando solo en Telégrafos. En 1940 ganó, por oposición, una plaza de Jefe Clínico en el Servicio de Hombres del Departamento Psiquiátrico del Hospital Provincial donde permaneció hasta 1959 trabajando junto a Juan José López Ibor. En 1944 obtuvo el grado de doctor con la tesis La psicosis pelagrosa. En 1963 fue nombrado Director del Manicomio de Alcohete (Guadalajara).

Su obra científica fue importante y de gran consistencia. Profundo conocedor de la psiquiatría y de la evolución conceptual que a lo largo de su historia había tenido lugar, marcó claramente su pensamiento debido a ello y sus experiencias personales. Durante la guerra tuvo la oportunidad de ver cientos de pacientes afectos de pelagra a los que estudió profundamente desde el punto de vista psiquiátrico. Ello dio origen a sus publicaciones sobre la psicosis pelagrosa, debido a la aparición de diversos síntomas psicóticos, de mayor o menor gravedad según el momento evolutivo de esta enfermedad carencial. Partiendo de todo ello, planteó una cuestión que había sido arrumbada medio siglo antes como era el de la psicosis única. Al resucitar este término quiso expresar “que los síntomas psíquicos son siempre los mismos en las más diversas enfermedades, que el cerebro, de cuya afección directa o indirecta dependen siempre aquellos síntomas, tiene, igual que los demás órganos, las mismas respuesta para todas las agresiones”. Por tanto para él, no existen síntomas específicos, y que la vieja teoría de la psicosis única, permitiría dar respuesta a muchos interrogantes planteados por los psiquiatras. En este concepto que propuso, señaló que no es válido para el resto de las manifestaciones somáticas sino tan solo para las de carácter psíquico. Con su propuesta planteó que con independencia de la causa, todos los trastornos mentales tendrían el mismo comportamiento, con independencia del momento evolutivo en que se encontrase. Elemento común, para él, de todas las psicosis era la aparición de una desestructuración regresiva del nivel de la conciencia en mayor o menor grado. Para ello distinguió tres aspectos que sustentaban parte de su teoría: La conciencia como la capacidad de conocer, el estado de conciencia como el grado de claridad o lucidez y el contenido de conciencia como aquello que es notado, sentido, percibido o aprendido. Con su propuesta puso en tela de juicio la nosología psiquiátrica vigente en esos años, lo cual supuso un profundo debate en ciertos sectores y una indiferencia o desprecio en otros. Sus teorías tuvieron gran impacto sobre todo en Alemania y en Francia donde Henry Ey trabajaba en conceptos y planteamientos en las que existían muchas coincidencias. En España, sin embargo, muchos afamados psiquiatras ignoraron sus trabajos.

Algunas de sus publicaciones más relevantes fueron sus libros La psicosis pelagrosa. Un análisis estructural de los trastornos psíquicos (Barcelona, 1946) y el libro publicado años después de su fallecimiento Introducción dialéctica a la psicopatología (Madrid, 1970). Otras publicaciones fueron, Psicosis pelagrosa, la psicopatología general y la nosología psiquiátrica (1940), La psychose pellagreuse et les problèmes psychiatriques (1950), La psicosis única (1954), The Axial Síndrome Common to All Psycoses (1959) y Das allen Psychosen gemeinsame Axialsyndrom (1960). Tradujo del alemán los libros Afectividad, sugestibilidad, paranoia (Madrid, 1942) de Eugen Bleuler, La persona del esquizofrénico(Madrid, 1952) de Jacob Wyrsch y Las personalidades psicopáticas (Madrid, 1961) de Kurt Schneider.

Falleció en Madrid el 20 de abril de 1966.

Discípulos

Entre otros, Antonio Colodrón Álvarez, Joaquín Santodomingo Carrasco y Rafael Llopis Paret.

Bibliografía

GONZALO RODRÍGUEZ LAFORA. El doctor D. Bartolomé Llopis Lloret. Archivos de Neurobiología, 29, 157-161 (1966).
RAFAEL LLOPIS. Resumen de las ideas de Bartolomé Llopis. Archivos de Neurobiología, 31, 129-160 (1968).

Autor: Manuel Díaz-Rubio