López García, Eloy

8 octubre 1912 - 5 noviembre 1996

López García, Eloy

Nació en Palencia el 8 de octubre de 1912. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Madrid. Durante ella obtuvo el Premio Martínez Molina de Anatomía. En 1945 fue nombrado Jefe Clínico en el Hospital Provincial de Madrid  en el servicio dirigido por Enrique Vega Baca. En 1947 obtuvo el grado de doctor con la tesis Sistematización de los reumatismos articulares crónicos inflamatorios, calificada con premio extraordinario, siendo ese mismo año nombrado Profesor Adjunto de Patología y Clínica Médicas en la Cátedra de Carlos Jiménez Díaz. En 1953 fue designado Jefe de una de las Unidades de Medicina Interna en el Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas dirigido por Jiménez Díaz. En 1954, obtuvo por oposición, la plaza de Catedrático de Patología y Clínica Médicas de la Universidad de Salamanca. Poco tiempo después pasó a la situación excedencia, asumiendo en 1956 una de las Jefaturas de Medicina Interna en la Fundación Jiménez Díaz donde permanecería el resto de su vida. En 1977 se reintegró en la Universidad cundo fue nombrado Catedrático de Patología y Clínica Médicas de la Universidad Autónoma de Madrid.

Destacado clínico, renunció a la docencia tras obtener la Cátedra, recuperando posteriormente sus inquietudes cuando se creó la Universidad Autónoma de Madrid y siempre desde la Fundación Jiménez Díaz. Atesoró un gran prestigio como clínico convirtiéndose en pocos años en la referencia de la medicina interna de la Clínica de Concepción. Dotado de grandes cualidades personales, su discreción le aupó pronto a desarrollar importante responsabilidades en dicha Institución.

A la muerte de su maestro, Carlos Jiménez Díaz, fue nombrado Director de la Fundación Jiménez Díaz, cargo que desempeñó entre 1967 y 1976 asumiendo una compleja responsabilidad. El reto de continuar la obra de su maestro ocupó todo su tiempo, tratando de conciliar y salvar las dificultades que la falta del maestro, con su fuerte personalidad, suponía para el desarrollo y consolidación de su proyecto vital. En ese periodo adaptó la Clínica de la Concepción a la nueva medicina que comenzaba a practicarse en esos años muy vinculados al desarrollo de incipientes nuevas tecnologías. No le faltaron problemas, que fue solucionando con gran discreción, y concilió y unió durante su mandato a una importante escuela dejada por su maestro. Pronto se erigió en el continuador de su escuela y de ello da fe la cantidad de tesis doctorales que dirigió en muy pocos años, tesis todas ellas procedentes de los miembros de dicha Clínica. A pesar de ello, no tuvo discípulos que puedan considerarse directos suyos, pues fue ante todo un continuador de la escuela de Jiménez Díaz. Entre sus publicaciones son de destacar, Estrumitis (1950), Tratamiento de la artritis reumatoide con mostaza nitrogenada (1950), Nefritis experimental y endocarditis (1952), Tumores mixtos del riñón (1952), Naturaleza del síndrome nefrótico (1953), Las anemias hemolíticas (1955), Enfermedades de los ganglios linfáticos (1958), Dermatomiositis con calcinosis intersticial (1959), Colagenosis (1959), Feocromocitoma y neurojibromatosis (1961), Localizaciones digestivas de las reticulopatías (1965), On the Goodpasture syndrome. Comments on two cases of colagenosis ofthe lung (1965) y Tumores hepáticos primarios (1971).

Fue Vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, y entre 1974 y 1976 Presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna.

Falleció en Madrid el 5 de noviembre de 1996.

Bibliografía

BLAS GIL EXTREMERA. Historia de la Medicina Interna. Granada, Universidad de Granada, 2009.
FACULTAD DE MEDICINA. Datos del Archivo de la Facultad de Medicina. Madrid, Universidad Complutense, 2010.

Autor: Manuel Díaz-Rubio