Castro Fariñas, Ernesto


16 marzo 1921 - 29 julio 2006

Castro Fariñas, Ernesto

Nació en Tacoronte, Tenerife, el 16 de marzo de 1921. Hijo de médico, Ernesto Castro Martín, estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Barcelona. Al acabar la carrera marchó fuera de España para ampliar estudios en cirugía cardiovascular, haciéndolo en el Manchester Hospital Infirmary con Alexander Michael Boyd y en 1949 se trasladó a Londres con Russel Brock, trabajando con él tanto en el Guy Hospital como en el Brompton Hospital, y al que siempre reconoció como su auténtico maestro. Con posterioridad completaría su formación con estancias en Edimburgo y nuevamente en Londres. En 1952 se desplazó a Boston al Peter Ben Brigham Hospital donde trabajó en el servicio de cirugía dirigido Dwight E. Harken. A partir de estas experiencias todos los veranos, al menos un mes, se desplazaba a algún centro de cirugía cardiovascular en el extranjero.

En 1952, por interés especial de Carlos Jiménez Díaz se incorporó a la Clínica de la Concepción de Madrid para montar el que sería el primer Servicio de Cirugía Cardiovascular en dicha institución. En 1959 fue nombrado Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Gran Hospital de la Beneficencia de Madrid, posteriormente llamado Hospital de la Princesa.

En su vida profesional destacan dos periodos claramente diferenciados. Uno, que abarca sus primeros años y la década de los 50, en que se dedica fundamentalmente a la patología vascular periférica y un segundo a partir de finales de los 50 en que destaca por su entrega casi absoluta a la cirugía cardiaca.

Además de un gran cirujano con una muy buena técnica quirúrgica, fue un innovador e incorporó numerosas novedades técnicas a la cirugía cardiaca. En 1962 introdujo el primer marcapasos en España y fue también quien puso en marcha la primera máquina de circulación sanguínea extracorpórea con la colaboración de su hermano Alberto Castro Fariñas que era su anestesista. Desarrolló también un prototipo de oxigenador de burbuja que fabricaron conjuntamente en el taller de Casa Conde. Para poder probar este oxigenador, el cual utilizó ampliamente en experimentación animal, montó en el Gran Hospital de la Beneficencia del Madrid un excepcional quirófano experimental. Todos estos estudios y comunicaciones a congresos y publicaciones le supuso un indiscutible reconocimiento en el mundo de la cirugía cardiaca. Se le acepta como el primero en realizar en España, a final de los años cincuenta, una operación extracorpórea de corazón. Gozó de gran prestigio no sólo nacional sino también internacional, presidiendo en 1969 la reunión anual del International College of Angiology celebrada en Roma.

Algunas de sus publicaciones en revistas fueron, Medtronic-Hall valve: thromboembolic complications (1983), Cirugía y resultados del bloqueo auriculoventricular (1970), Tratamiento del síndrome de Morgagni-Stokes-Adams con un marcapasos implantado permanente (1963), Estenosis aórtica congénita (1967), Tratamiento quirúrgico de la estenosis aortica (1957), Coartación de la aorta (1958), Tratamiento quirúrgico de la estenosis mitral y sus resultados (1955), Enfermedad coronaria y tromboangitis obliterante (1951), Algunos problemas especiales de la gangrena diabética (1951) y Fístulas arteriovenosas de la mano caudas por comunicación intraósea (1961).

Fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad de Tacoronte. En 1976 le fue concedida la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, en 1970 la Gran Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco y en 1974 la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco.

Falleció en Madrid el 29 de julio de 2006.

Discípulos

Entre otros, Ramiro Rivera López, Manuel Fuentes Aynat, Ramón Arcas Meca, Rafael García-Zozaya Díaz y José Manuel Nuche López Bravo.

Bibliografía

MANUEL CONCHA RUIZ. Los pioneros en la cirugía del corazón en España (1945-1970). Córdoba, Edición Adicar. ,mprenta San Pablo S.L., 2000.
JOSÉ MARÍA SEGOVIA CABRERA. Al Doctor Ernesto Castro Fariñas en su primer aniversario. El Día, 17 de junio de 2007.

Autor: Manuel Díaz-Rubio