Figuera y de Benito, Enrique de la

18 julio 1907 - 30 septiembre 1986

Figuera y de Benito, Enrique de la

Nació en Zaragoza el 18 de julio de 1907. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de Zaragoza, siendo alumno interno de Ángel López y López de Santamaría. En 1931 ganó por oposición una plaza de médico de guardia del Hospital Provincial de Zaragoza. En 1940 obtuvo el grado de doctor con la tesis Contribución al estudio de las lesiones y accidentes tóxicos producidos por el sulfuro de etilo diclorado o iperita. A continuación comenzó a trabajar en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, donde se hizo cargo de una consulta específica de aparato digestivo. En 1944 ganó por oposición la cátedra de Patología y Clínica Medicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela, pasando a desempeñar la de la misma denominación en la Facultad de Medicina de Zaragoza en 1945.

Fue un clínico meticuloso defensor de la historia clínica realizada por el mismo médico que debía asumir el compromiso con el enfermo. Igualmente era un defensor de una exploración completa del paciente con independencia de la patología que presentara. Magnífico docente, se entregada totalmente a ella, preparando concienzudamente sus clases teóricas las cuales defendía como un modo correcto de enseñar y hacer Universidad.

De sus aportaciones científicas son de resaltar sus estudios sobre las lesiones producidas por gas mostaza, importante trabajo fruto de su experiencia durante la guerra civil española y motivo de su tesis doctoral. Como internista abordó campos muy diversos, ocupándose de diferentes patologías como las mielosis funiculares, la diabetes insípida, las anemias, la fiebre de Malta, la hipertensión portal o las patologías isquémicas del corazón. Especial interés desarrolló por los problemas geriátricos, llamando la atención sobre los problemas que podrían desprenderse el envejecimiento cada vez mayor de la población, justo en unos años en los que la esperanza de vida comenzaba a subir en España y en el mundo desarrollado. Aunque no se dedicó en concreto al desarrollo de ninguna especialidad dentro de la medicina interna, organizó diversos cursos de posgraduados sobre electrocardiografía, sembrado dentro de su cátedra vocaciones sobre dicha especialidad. Es de resaltar que creó una magnífica escuela de internistas y médicos generales, contando en la actualidad la Universidad con varios Catedráticos que se formaron junto a él.

De sus publicaciones son de destacar sus monografías, Conferencias sobre fiebre de malta en homenaje a Pedro Ramón y Cajal (Zaragoza, 1951) junto a Julián Sanz Ibáñez, Joaquín Aznar Molina, Anemias hipocrómicas (Madrid, 1955), La vejez y el envejecimiento (Zaragoza, 1962), La clínica y el tratamiento de la arterioesclerosis (Zaragoza, 1963), Regulación fisiológica del equilibrio hidroelectrolítico; Clínica de los desequilibrios hidrosalinos; Tratamiento de los desequilibrios hidrosalinos (Zaragoza, 1968) con Ignacio Ferreira Montero y Miguel Andériz López, La medicina, la música y los ruidos (Zaragoza, 1970) y Lecciones de Medicina de Urgencia (Madrid, 1972). Algunos de sus artículos publicados en revistas son, Etiología y patogenia de la hipertensión portal (1955), Tratamiento de la hipertensión portal (1955), Anemias hipocromas (1955), Accidentes cerebrovasculares agudos (1956), Nuevos aspectos diagnóstico del jugo gástrico (1966) y Factores adrenérgicos en la patogenia de la insuficiencia coronaria (1968).

Fue Decano de la Facultad de Medicina de Zaragoza entre los años 1962 y 1966. En 1967 fue elegido Académico de número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Entre 1966 y 1986 fue Presidente de la Sociedad Filarmónica de Zaragoza.

En 1950 ingresó como Académico de número en la Real Academia de Medicina de Zaragoza con el discurso El problema de la linfogranulomatosis maligna.

Falleció en Zaragoza el 30 de septiembre de 1986.

Discípulos

Entre otros, Miguel Julián Andériz López, Ignacio Ferreira Montero y Enrique de la Figuera Von Wichmann,

Bibliografía

FERNANDO SOLSONA. Nuestros Maestros. Catedráticos y otros profesores de la promoción médica de Zaragoza 1952- 1959. Zaragoza, Navarro & Navarro Impresores, 2009, 116-119.
FRANCISCO OLIVER RUBIO. Contestación al discurso de ingreso del Ilmo. Sr. Dr. D. Enrique de la Figuera y de Benito. Zaragoza, Real Academia de Medicina de Zaragoza, 1950.

Autor: Manuel Díaz-Rubio