Gimeno Cabañas, Amalio

31 mayo 1852 - 9 septiembre 1936

Gimeno Cabañas, Amalio

Nació en Cartagena (Murcia) el día 31 de mayo de 1852. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Valencia. En 1874 obtuvo el grado de doctor en la Universidad Central con la tesis titulada Procedimientos de exploración para el diagnóstico, obteniendo posteriormente el premio extraordinario con el trabajo Fundamentos para la clasificación de las enfermedades. En 1875 ingresó por oposición en el Cuerpo de Médicos Directores de Balnearios y Aguas Minerales. Ese mismo año ganó por oposición la Cátedra de Patología General y Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela. En 1876 pasó por concurso de traslado a la Facultad de Valladolid y a continuación, ese mismo año, a Valencia a la Cátedra de Terapéutica, Materia Médica y Arte de Recetar. En 1888 obtuvo, por concurso de traslado, la Cátedra de Higiene de la Facultad de Medicina de Madrid, y en 1898 la de Patología General.

A lo largo de su vida destacó en los diversos campos que cultivó. Como farmacólogo realizó meritorios estudios sobre determinados productos naturales, algunos de los cuales como la arenaria rubra introdujo en España por sus propiedades diuréticas. En esta época escribió un tratado de terapéutica, realizando una gran labor en la Cátedra de Terapéutica en Valencia donde destacó la importante promoción que hizo de la inoculación anticolérica que preconizaba Jaime Ferrán. Fue además un gran promotor de actividades, fundando en Valencia en 1877 la revista La Crónica Médica. Más tarde y tras dedicarse unos años a la higiene, donde realizó buenas aportaciones, se dedicó a la patología general donde demostró sus excepcionales condiciones como clínico. Publicó un libro con el que contribuyó de forma importante al mejor conocimiento en ese momento en España de las imperantes teorías celularistas, a la vez que como buen seguidor de la mentalidad fisiopatológica de Claude Bernard mantuvo una actitud crítica con las propuestas especulativas de José de Letamendi.

Su prestigio profesional, condiciones intelectuales y capacidad de oratoria le llevaron posteriormente al mundo de la política donde destacó sobremanera ocupando diversas carteras ministeriales. En su haber quedan muchas iniciativas de esa etapa y entre ellas el ser uno de los promotores de la Junta de Ampliación de Estudios que tanta impronta tendría en la ciencia española. En cuanto a su defensa de la salud pública puso en marcha importantes planes sanitarios a través de decretos por él refrendados, algunos de los cuales sobre prevención de las enfermedades infecciosas y organización sanitaria tuvieron gran repercusión.

Entre sus libros sobresalen: Lecciones de Patología General (Valladolid, 1876) que posteriormente se convertiría en un Tratado de Patología General (Valencia, 1886), Tratado elemental de Terapéutica, Materia Médica y el Arte de Recetar (Valencia, 1877-1880), Inoculación preventiva contra el cólera (Valencia, 1886) con Jaime Ferrán y Clúa e Inocente Paulí e Informe sobre la higiene urbana (Madrid, 1900). Otras publicaciones dignas de mención fueron: La malaria: apuntes y observaciones sobre las fiebres palúdicas (1874), Acción tóxica del alcohol amílico (1887), Importancia social y política de la medicina (1903), La lucha contra la vejez (1910), De las imperfecciones y defectos del organismo humano (1922) y Algo sobre el cólico hepático y su curación (1924).

Sobresalió también por su importante carrera en el terreno de la política. Senador por la Universidad Central y la de Valencia, fue titular de diversas carteras ministeriales entre ellas la de Instrucción Pública (1906 y 1911), Gobernación (1918), Marina (1913 y 1917), Estado (1916) y Fomento (1919). Fue Académico de número de las Reales Academia  de Bellas Artes, Española de la Lengua y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Recibió multitud de distinciones tales como la Gran Cruz de Alfonso XII, la de Carlos III, la de San Carlos de Mónaco y la Encomienda de Isabel la Católica. Alfonso XIII le concedió el título de Conde de Gimeno.

En 1910 ingresó como Académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso La lucha contra la vejez. Fue Presidente de la Academia desde 1932 hasta su fallecimiento.

Falleció en Madrid el 9 de septiembre de 1936.

Discípulos

Entre otros, Vicente Peset Cervera y Pablo Colvé Roura.

Bibliografía

JOSÉ MARÍA LÓPEZ PIÑERO, ALFREDO RODRÍGUEZ QUIROGA y ANDRÉS  MARTÍNEZ-ALMAGRO. Amalio Gimeno Cabañas. En: Clásicos Morfológicos Murcianos. Murcia, Morphos Ediciones, 2000, 91-110.
VALENTÍN  MATILLA  GÓMEZ. Excmo. Sr. D. Amalio  Gimeno  Cabañas, Conde  de  Gimeno. En:  Galería  de Presidentes de la Real Academia Nacional de Medicina. Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1982, 187-198

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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