Gómez Ocaña, José

28 octubre 1860 - 26 julio 1919

Gómez Ocaña, José

Nació en Málaga el día 28 de octubre de 1860. Realizó los estudios de medicina en la Facultad de Granada, siendo alumno interno por oposición y licenciándose en 1882 con premio extraordinario. En 1885 obtuvo el grado de doctor con la tesis Anatomía y fisiología del tubérculo, y ganó, por concurso, una plaza de Ayudante de la Facultad de Medicina de Madrid. Autodidacta de formación, su maestro de referencia fue Benito Hernando Espinosa. En 1886 obtuvo por oposición la plaza de Catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de Cádiz, trasladándose, por concurso, a la Cátedra de Fisiología de Madrid en 1894. En 1910 la Junta de Ampliación de Estudios le pensionó en París, en el Instituto Marey, centro de referencia en la investigación fisiológica, acudiendo entre los años 1911 y 1912 en cinco ocasiones y donde pudo mostrar sus trabajos y aumentar sus conocimientos en el tema de registros gráficos.

Diversos aspectos hay que resaltar en su obra. El primero de ellos es su propia concepción de la Fisiología basada en la experimentación. Introdujo en la enseñanza, prácticas de laboratorio similares a las que existían en otros países, incorporando dispositivos, aparatos, vivisecciones y animales, tales como ranas, perros o conejos. Sus clases gozaron de gran prestigio por su lenguaje directo no tan frecuente en su época y sus libros de Fisiología fueron una referencia, alcanzando varias ediciones. Creó un forma de entender la Fisiología que creó escuela, llegando la fisiología con él en España a un nivel extraordinario, pudiendo decirse que marcó un hito en la evolución de esta ciencia en España.

Defendió ardientemente la experimentación y la autoobservación como métodos de investigación fisiológica. Muy influido por la obra de Claude Bernard, destacó su obsesión por demostrar experimentalmente todo cuanto estudió e incorporó de la bibliografía que manejaba de forma impresionante. Aunque no hizo grandes aportaciones demostró el valor del experimento como método de trabajo de excelencia. Entre sus contribuciones destaca su estudio experimental de las tiroidectomías y sus consecuencias, de las glándulas paratiroides —que anuncia han encontrado sus ayudantes— y sobre las cápsulas suprarrenales en que reproduce experimentos realizados por otros fisiólogos extranjeros.

Muy apreciados fueron sus experimentos dirigidos a demostrar la supervivencia del perro tras la resección simultánea de los dos nervios vagos. Además desarrolló diversos artilugios entre ellos un miógrafo, en colaboración con Manuel Menéndez Potenciano, y un cardiógrafo y que más tarde perfeccionó. De gran originalidad fueron sus trabajos sobre el control nervioso del corazón y la influencia de la vida psíquica sobre éste. Su presencia en Congresos Internacionales fue constante aprendiendo y presentando sus investigaciones.

Dentro de su producción científica cabe destacar sus libros Investigaciones sobre el tiroides y medicación tiroidea (1895), Fisiología de la circulación (Madrid, 1894), Fisiología del cerebro (Córdoba, 1894) y Fisiología humana, teórica y experimental que alcanzó cinco de ediciones (1896, 1900, 1905, 1909, 1910). Otras publicaciones suyas fueron: La función dinamógena de las cápsulas suprarrenales (1897), Supervivencia de un perro después de la doble sección simultánea de ambos neumogástricos en el cuello (1903), Gobierno nervioso de la nutrición (1905), Función de las fibras centrípetas respiratorias del neumogástrico (1908), Acción biológica del potasio, sodio, calcio y magnesio (1910), Un nuevo cardiógrafo (1911), Organoterapia y opoterapia (1912) y Observaciones clínicas y experimentales acerca de la acción de la secreción interna de la hipófisis sobre la diuresis (1917). Escribió un artículo sobre el magnesio en el libro de Charles Richet, Dictionnaire de physiologie (1895-1923) compuesto de diez volúmenes.

Destacó además como un magnífico biógrafo, realizando trabajos sobre Benito Hernando Espinosa, José Echegaray, Marcelino Menéndez Pelayo, Santiago Ramón y Cajal y Federico Olóriz Aguilera. Fue Académico de número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (1904). Siendo estudiante se le concedió a petición del Claustro de Profesores de la Facultad de Medicina de Granada la Cruz de Isabel la Católica. Miembro fundador de la Sociedad Española de Biología. En 1914 fue nombrado Senador a propuesta del Claustro de la Universidad Central.

En 1900 ingresó como Académico de número en la Real Academia de Medicina con el discurso La vida en España.

Falleció en Madrid el día 26 de julio de 1919.

Discípulos

Entre otros, Alfonso Medina Martínez, Carlos Mª Cortezo y Prieto, Enrique Suñer Ordóñez, Juan Negrín López, José Sopeña Boncompte y Celestino Lorenzo Torremocha Téllez.

Bibliografía

EDUARDO GARCÍA DEL REAL. En Historia de la Medicina en España. Madrid, Editorial Reus, 1921, 884-890.
ALBERTO RUIZ DE GALARRETA. José Gómez Ocaña. Su vida y su obra. Archivo Iberoamericano de Historia de la Medicina y Antropología Médica, 10, 379-496 (1958).

Autor: Manuel Díaz-Rubio

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