López Elizagaray, Jacobo

13 octubre 1860 - 1 octubre 1934

López Elizagaray, Jacobo

Nació en Santiago de Compostela el 13 de octubre de 1860. Estudió la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de su ciudad natal. En 1881 ingresó por oposición como médico de la Armada y en 1884 como médico de guardia en el Hospital Provincial de Madrid. En 1885 accedió al grado de doctor con la tesis titulada Diagnóstico de los tumores cerebrales. Ese mismo año fue destinado al servicio de guardias en el Hospital Militar San Carlos de Cádiz aunque pidió la excedencia meses después para incorporarse nuevamente al Hospital Provincial de Madrid donde llegó a ser Jefe de Sala. En 1913 fue nombrado Director del Hospital de San José y Santa Adela de Madrid.

Fue un internista de mucho prestigio y una referencia en su época. Concibió una nueva medicina al amparo de los cambios y avances que se estaban produciendo en el último tercio del siglo XIX. Clínico por antonomasia se caracterizó por la meticulosidad con que realizaba la historia clínica que consideraba fundamental para el diagnóstico del paciente. La rigurosa exploración física que realizaba y el manejo de las innovaciones terapéuticas hicieron que fuera reconocido por las grandes figuras de la medicina de la época. Fue médico de Cámara del Rey Alfonso XIII.

Dentro de la medicina interna destacó por su especial dedicación a las enfermedades cardiopulmonares, gozando de grandes influencia y relaciones en la entonces naciente especialidad. Fue fundador y Vicepresidente de la Sociedad Española de Especialistas en Enfermedades del Pecho, así como Presidente Honorario de los Congresos de la Tuberculosis celebrados en Zaragoza en 1908 y en Barcelona de 19010.

En 1909 fundó junto a Juan Madinaveitia Ortiz de Zárate, León Cardenal Pujals, Juan de Azúa Suárez, entre otros, la Revista Médica de Madrid, la cual alcanzó un gran prestigio no sólo en la capital sino en el resto de España. No obstante su vida fue corta pues en 1915 se integró en El Siglo Médico. A pesar de gozar de un enorme prestigio y gran influencia no creó una escuela, si bien tuvo formándose con él médicos tan ilustres como Carlos Jiménez Díaz, Juan Madinaveitia Ortíz de Zárate o Pío Baroja. La causa de ello bien pudiera haber sido la enorme cantidad de ocupaciones y respuestas a llamadas que tenía, lo cual le quitaba tiempo para dedicárselo a algo tan complejo como era crear escuela. José Eléizegui López, sobrino suyo y pediatra, escribió en España Médica bajo el pseudónimo de Dr. Cauterio que necesitaba un aeroplano para llegar a todos los sitios de donde le llaman.

Aunque no sobresalió por sus publicaciones, dejó no obstante muestra de su gran sentido clínico en algunas contribuciones. Entre ellas destacan: Diagnóstico precoz de la insuficiencia cardíaca y síndromes de su estado latente (1929), El tratamiento de la pulmonía por el suero antidiftérico (1914), Pulso lento permanente de origen intracardiaco (1909), Los cuerpos inmunizantes de Carl Spengler y su nuevo producto antituberculoso (1909), Nuevas orientaciones en el diagnóstico y profilaxia de la fiebre tifoidea (1909), Dos casos de hematemesis apendicular (1909) y Eritema sarampionoso-escarlatiniformes de la fiebre tifoidea (1909).

Fue Secretario General de la Academia Médico-Quirúrgica Española. Fue también Vicepresidente del Centro Gallego. Entre las distinciones que recibió destaca que en 1928 le fue concedida la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia.

En 1920 ingresó como Académico de número en la con el discurso Crisis aguda de insuficiencia cardiaca.

Falleció en Madrid el 1 de octubre de 1934.

Bibliografía

FERNANDO J. PONTE HERNANDO, ISABEL REGO LIJÓ y SONIA GONZÁLEZ CASTROAGUDÍN. Un sabio médico gallego: Don Jacobo López Elizagaray. Cuadernos de Estudios Gallegos, LX, 337-358 (2013).
VALENTÍN MATILLA GÓMEZ. López Elizagaray. En: 202 Biografías Académicas. Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 1987, 175-176.

Autor: Manuel Díaz-Rubio