López Mateos, Mariano
28 marzo 1802 - 20 noviembre 1863
López Mateos, Mariano
Nace en Manzanares el 28 de marzo de 1802. Los estudios de Medicina los realiza en Madrid en el Real Colegio de San Carlos incorporándose posteriormente a la Universidad de Granada en 1824 en la que alcanza la Cátedra de Anatomía en 1831. Desde entonces y hasta su muerte desarrolla toda su actividad en la Facultad de Medicina de Granada en la que llega a ser decano, excepto entre 1846 y 1849, cuando se traslada a la Universidad de Valencia.
Mariano López Mateos dedica también su tiempo a la sociedad de su entorno y participa en la Sociedad Económica de Amigos del País, en la Junta Patriótica Científica y Artística y en el propio Ayuntamiento de Granada en el que desempeña los cargos de regidor y de síndico. Asimismo, tuvo un papel importante en el homenaje a Mariana Pineda.
La actividad fundamental que Mariano López Mateos desarrolló en la Universidad de Granada fue, sin duda, el magisterio. Un magisterio que ejerce a tres niveles: el de la ejemplaridad, el de la formación de discípulos y el de enseñar su disciplina a la altura de su tiempo. En lo que respecta a su ejemplaridad en el ejercicio del magisterio, su alumno Eduardo García de Sola, futuro catedrático de Histología y rector de la universidad, nos relata que hasta su propio hijo tuvo que trasladarse de facultad porque Don Mariano no le aprobaba en su propia asignatura. Formó discípulos que se consideran auténticas figuras de referencia de la medicina española del siglo XIX. Se trata de los catedráticos de Anatomía D. Rafael Martínez Molina, de Histología, D. Aureliano Maestre de San Juan -mentor de Santiago Ramón y Cajal- y de Cirugía D. Juan Creus y Manso, profesores y académicos que lo fueron primero en Granada y con posterioridad en Madrid.
La voluntad de López Mateos de explicar su asignatura a la altura de su tiempo le lleva a publicar en Granada en 1853 el libro titulado Tratado de Histología y Ovología. Se trata de un libro que incorpora los temas de histología y embriología –disciplinas emergentes en aquellos momentos- al temario tradicional de Anatomía. Al desarrollo del libro contribuyó su amplio conocimiento de idiomas, latín, francés e inglés, que López Mateos había adquirido en su juventud. Gracias al mismo pudo abordar e interpretar con soltura la ciencia que se publicaba en la Europa de su tiempo. La contienda especulativa a la que alude López Mateos hace referencia a la naturaleza de la unidad estructural que compone el cuerpo humano. Por una parte, persiste la idea de que dicha unidad es la fibra y que el conjunto de ellas conforma los tejidos. Por otra, comienza a abrirse paso la idea de que dicha unidad es la célula y, en tal sentido, el histólogo alemán Teodoro Schwann ha postulado en 1839 la teoría celular, esto es que los seres vivos están constituidos por células. Mariano López Mateos apuesta en su libro por esta última teoría y afirma textualmente que “el origen común de los tejidos sea cualquiera su naturaleza, es la forma celulosa; es decir que la naturaleza no hace desde luego fibras, tubos, etc. sino que primero son las células elementales”. La afirmación de López Mateos es arriesgada pues incluso Charles Robin, catedrático de Histología de París, afirmará quince años más tarde que la célula no es la única unidad estructural básica de la que está compuesto el organismo. Con la publicación de su “Tratado de Histología y Ovología”, Mariano López Mateos introduce en España y en todo el mundo hispánico la teoría celular que pocos años más tarde será reconocida por la comunidad científica y sobre la que asienta, desde entonces, la ciencia médica.
De su fecundo magisterio y de su pionera difusión de la teoría celular en España surgirá la mecha de la potente Escuela Española de Histología que, a partir de su discípulo Don Aureliano Maestre de San Juan, logrará institucionalizar la ciencia histológica en España y, con Cajal y sus discípulos, llevar a la ciencia española al nivel más alto de su historia.
En 1832 se incorpora como académico de número a la Real Academia de Medicina del Reino de Granada. Entre los reconocimientos que recibió destacan los de Comendador de las Reales Órdenes de Isabel la Católica y de Carlos III.
Falleció en Granada el 20 de noviembre de 1863
Discípulos
Rafael Martínez Molina, Aureliano Maestre de San Juan, Juan Creus y Manso
Bibliografía
ANTONIO CAMPOS. Mariano López Mateos. En: Histólogos. Atticus Ediciones Granada, 2022, págs. 13-17.
JOSE ANTONIO GUTIERREZ GALDÓ. Mariano López Mateos. En: Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada. Académicos que fueron. Ediciones Diaz de Santos. Madrid, 2003, págs. 317-320.
Autor: Antonio Campos