Blanco Soler, Carlos

18 junio 1894 - 30 octubre 1962

Blanco Soler, Carlos

Nació en Madrid el 18 de junio de 1894. Estudió la licenciatura de medicina en el Colegio de San Carlos de Madrid. Fue alumno interno de la Cátedra de Fisiología que regentaba José Gómez Ocaña donde tomó contacto por primera vez con los problemas endocrinológicos. Acabada la carrera con premio extraordinario, en 1922 obtuvo el grado de doctor con la tesis Sobre la patogenia de la litiasis biliar. En 1918 ingresó, por oposición, en el Cuerpo de la Beneficencia Municipal de Madrid. Su formación se completó fuera de España, siendo pensionado para trabajar en París con Marcel Labbé, en Frankfurt con Karl von Noorden y en Berlín con Erich Leschke. Fue Jefe del Servicio de Medicina General y Nutrición del Hospital de San José y Santa Adela de Madrid, Decano de la Beneficencia Provincial y profesor de Higiene de la Alimentación en la Escuela Nacional de Sanidad. En 1926 colaboró como responsable de Secreciones Internas con Gregorio Marañón en el Servicio de Patología Médica en el Hospital General de Madrid.

Formado en medicina interna y en fisiología se ocupó fundamentalmente de las enfermedades endocrinológicas y de la geriatría. Como endocrinólogo destacó en sus estudios sobre las enfermedades tiroideas y la diabetes. En relación a las enfermedades del tiroides incorporó al hábito clínico, siendo un pionero en España, los isótopos radiactivos en el estudio y tratamiento de estas enfermedades, creando y dirigiendo además el Servicio de Isótopos del Hospital de la Cruz Roja, así como otro en el Ambulatorio Matías Montero de Madrid. Como diabetólogo realizó algunas aportaciones relevantes como sus estudios sobre la conducta de los cloruros en la diabetes mellitus. Asimismo puso en marcha el primer dispensario municipal que se ocupaba de la educación específica de estos pacientes, cuidando especialmente la atención individualizada de cada uno facilitándoles a su vez gratuitamente la insulina.

Fue uno de los luchadores con Manuel Beltrán Báguena en favor de la geriatría. Como adelantado en estos temas llamó la atención sobre los problemas derivados del aumento de la esperanza de vida y las consecuencias que ello podría acarrear al propio individuo, la familia y la sociedad. Habló de protección a la vejez y de la importancia de la creación de centros especiales para acoger a las personas mayores. Preconizó la creación de la especialidad, con la puesta en marcha de escuelas que formaran en esta materia no sólo a médicos sino a enfermeras y asistentes sociales. Fue sin duda un hombre con visión de futuro ya que cuando hablaba de ello la esperanza de vida es España era de sesenta y cinco años. Le sorprendió la muerte preparando un Manual de Medicina Geriátrica.

Algunos de sus libros fueron, Tratamiento de la diabetes (Barcelona, 1945), Obesidad y su tratamiento (Madrid, 1946), Las enfermedades de la nutrición (Madrid, 1948), Tratamiento del hipertiroidismo (Barcelona, 1952), Los isótopos radiactivos en Medicina (Madrid, 1951), Los radioisótopos en la clínica (Madrid, 1953) y La diabetes mellitus (Madrid, 1943) con Luis Felipe Pallardo Peinado. Otros trabajos fueron: Nota sobre el metabolismo hidrocarbonado en el embarazo (1923), Lipodistrofia progresiva e hipertiroidismo (1926) con Gregorio Marañón, Diabetes e infecciones (1943), La diabetes mellitus en los viejos (1950), Concepto actual de tiroiditis (1954), Radiactive iodine in the diagnosis and treatment of thyroid diseases (1955), Endocrinología y vejez (1957), Diabetes y aparato circulatorio (1960) y Complicaciones de la diabetes (1962).

Hizo además algunas publicaciones de carácter literario como El hijo de don Juan Alba, Goya, sus enfermedad y su arte (Madrid, 1947), La obesidad y su tratamiento. Gordas y flacas en la Historia y en la Clínica (Madrid, 1945), Esbozo psicológico, enfermedades y muerte de la Duquesa María del Pilar Cayetana de Alba (Madrid, 1946) y Emoción y recuerdo de España en Filipinas (Madrid, 1949).

Fue Presidente Sociedad Española de Endocrinología, de la Academia Médico-Quirúrgica Española y de la Sociedad de Escritores Médicos. Académico correspondiente de diversas Academias como la de Argentina, Chile, Brasil y Perú. Fue Presidente de la Sociedad Internacional de Médicos Escritores. Medalla de Oro de la Sociedad de Escritores Médicos. Le fue concedida la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y la de Alfonso XII, así como la Medalla de Plata de la Cruz Roja Española y del Ayuntamiento de Madrid.

En 1961 ingresó como Académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso Vejez, envejecimiento y la llamada lucha contra la vejez.

Falleció en Madrid el 30 de octubre de 1962.

Discípulos

Entre otros, Luis Felipe Pallardo Peinado, Carlos Blanco-Soler y Ros, Alberto Salgado Alba, Isaac Madrigal Alba y José Otte.

Bibliografía

HOMENAJE. Homenaje al Dr. Blanco Soler. Revista Ibérica de Endocrinología, X, 55, 117-128 (1963).
JOSÉ ALBERTO PALANCA MARTÍNEZ-FORTUM. Sesión Necrológica en Memoria del Excmo. Sr. D. Carlos Blanco Soler. Anales de la Real Academia Nacional de Medicina, 79, 485-502 (1962).

Autor: Manuel Díaz-Rubio

Algunas imágenes en el Banco de Imágenes de la Medicina Española